Se calcula que un importante porcentaje de personas (más del 30%) no desayunan a diario. Algunas se excusan con la falta de tiempo, o porque piensan que saltándose una comida bajarán de peso. Sin embargo, la mayoría de expertos, entre ellos un estudio de la Universidad de Harvard, señalan que se trata de una falsa creencia: las personas que desayunan sufren un 50% menos de sobrepeso que los que no desayunan.
¿Cuáles son las consecuencias de no desayunar o no hacerlo adecuadamente?
Si no desayunamos, inevitablemente, tendemos a comer más durante el día. Comenzamos a sentir mucha hambre, y cuando esto sucede, empezamos a comer sin parar y tardamos muchísimo en quedarnos satisfechos.
Además, la falta de desayuno nos dificulta recibir la cantidad recomendada de determinados nutrientes fundamentales, como las proteínas, el calcio, la fibra o las vitaminas, esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
Cuando este no recibe alimentos, comienza a quemar calorías más lentamente para guardar energía, lo que dificulta la pérdida de peso. Por el contrario, comer después del ayuno de la noche acelera el metabolismo, consiguiendo así quemar una mayor cantidad de calorías a lo largo del día.
Por otra parte, muchas personas acostumbran a tomar desayunos basados fundamentalmente en carbohidratos simples (azúcares), como pan blanco, galletas, bollería, mermeladas, etc. Estos alimentos provocan una fuerte subida de la glucosa (azúcar en la sangre) y una gran bajada
después de aproximadamente una hora, lo cual nos provoca una fuerte sensación de hambre a media mañana, con ganas de comer productos dulces. Y poco a poco, sin a veces darnos cuenta, vamos aumentando de peso.
¿Cuáles son los principales beneficios que nos aporta un desayuno adecuado?
♠ Quema de calorías. Comer después del ayuno de la noche acelera nuestro metabolismo, es decir, se quema una mayor cantidad de calorías durante el día.
♠ Sensación de saciedad. Evitamos picoteos innecesarios durante la mañana.
♠ Mejora el rendimiento intelectual. Especialmente en los estudiantes y en aquellas personas que deben realizar trabajos intelectuales por la mañana. Mientras dormimos, nuestro cuerpo consume las reservas de energía disponibles, reservas de glucosa, que es la fuente utilizada por el cerebro. Por eso, sin desayuno, o con un desayuno insuficiente o inadecuado, estas personas se sentirán cansadas durante la mañana.
¿Qué debemos desayunar?
Lo principal que debemos buscar en un desayuno saludable son proteínas y fibras. Estos dos componentes son la clave para que nos sintamos satisfechos.
Los desayunos nutritivos deben incluir:
♠ Carbohidratos: Preferentemente carbohidratos complejos, como panes, cereales, galletas o tostadas con harina integral, avenas ó frutos secos. Se digieren lentamente y generan energía estable que nos mantendrá satisfechos y se reducirán nuestras ganas de comer.
♠ Proteínas bajas en grasas: huevos, atún, carne magra, jamones de pollo o de pavo o nueces.
♠ Lácteos con bajo contenido de grasas: leche desnatada, yogurt light, batidos con leche o quesos frescos.
♠ Frutas y verduras frescas.
♠ Grasas insaturadas: aceitunas o nueces.
Una buena combinación de estos elementos nos aportará la cantidad necesaria de fibra, proteínas, grasas insaturadas, antioxidantes, vitaminas y minerales.
En resumen, el desayuno es una buena herramienta contra la obesidad, mejora el funcionamiento del cerebro y aumenta las defensas contra las enfermedades. El desayuno saludable debe incluir los tres grupos principales de alimentos (proteínas, carbohidratos y grasas), por lo menos 5 gramos de fibra y una porción de calcio. No obstante, para saber qué tipo de nutrientes debes tomar en tu desayuno y en qué cantidad hacerlo, te recomendamos consultes con tu profesional de la salud.