Las fases de la recomposición corporal

Analizamos las cuatro fases clave de la recomposición corporal, destacando las estrategias más efectivas en cada una para logar un cuerpo más saludable y tonificado.

La recomposición corporal es un concepto que ha cobrado relevancia en el mundo de la nutrición y el bienestar, especialmente para aquellos que buscan perder peso de forma saludable y sostenible. A diferencia de un enfoque puramente basado en la pérdida de kilos, la recomposición corporal va más allá, centrándose no solo en reducir grasa corporal, sino también en ganar masa muscular y mejorar la composición total del cuerpo.

Este proceso no es lineal, y atraviesa varias fases que se caracterizan por cambios en la forma, el peso y la proporción de grasa y músculo. A continuación, profundizaremos en las cuatro fases clave de la recomposición corporal, destacando las estrategias más efectivas en cada una.

Fase 1: Reducción significativa de grasa y líquidos

La primera fase de la recomposición corporal es posiblemente la más evidente y, en muchos casos, la más motivadora para quienes inician el proceso. Durante esta etapa, la pérdida de peso es significativa debido principalmente a la pérdida de líquidos y grasa corporal acumulada, y se caracteriza por los siguientes aspectos:

1. Déficit calórico: Este es el pilar fundamental de cualquier proceso de pérdida de grasa. Crear un déficit calórico implica consumir menos calorías de las que se gastan, pero es crucial que este déficit sea moderado para evitar la pérdida de masa muscular. En esta fase, se debe priorizar un consumo adecuado de proteínas, ajustado al peso corporal y al nivel de actividad física.

2. Hidratación: Aunque puede parecer contradictorio, beber suficiente agua ayuda a evitar la retención de líquidos. Mantener una adecuada hidratación permite al cuerpo regular mejor los procesos de eliminación de toxinas y líquidos retenidos.

3. Ejercicio moderado: Actividades como correr, nadar o andar en bicicleta son eficaces para incrementar el gasto calórico diario. Este tipo de ejercicios, en combinación con una dieta controlada, facilita la pérdida de grasa de manera acelerada.

Ejemplo: María, una mujer de 35 años, comenzó su programa de recomposición corporal y en las primeras tres semanas perdió 4 kilos. Logró esto gracias a un plan nutricional equilibrado con un ligero déficit calórico y a una rutina de ejercicio consistente. La pérdida de peso inicial fue, en gran medida, resultado de la movilización de líquidos y grasa.

Fase 2: Pérdida moderada de grasa y ganancia de masa muscular

A medida que el cuerpo se adapta a la nueva rutina y al déficit calórico, la pérdida de peso se ralentiza y comienza una fase de transformación más profunda. Durante esta segunda fase, la ganancia de masa muscular se hace más visible, mientras que la pérdida de grasa sigue presente pero de manera más moderada.

Las principales claves de esta fase son:

1. Entrenamiento de resistencia: La incorporación de ejercicios de fuerza con pesas o el uso del propio peso corporal se vuelve esencial. Este tipo de entrenamiento ayuda a conservar la masa muscular y a promover el crecimiento de tejido magro, incluso mientras se sigue perdiendo grasa.

2. Continuamos con la ingesta necesaria de proteínas: Son esenciales para la reparación y el crecimiento muscular. Durante esta fase, el cuerpo necesita una cantidad adecuada de proteínas para reparar los tejidos dañados durante el entrenamiento y estimular el crecimiento muscular.

3. Monitoreo constante: Es importante no solo observar los cambios en el peso, sino también monitorear la evolución de las medidas corporales y la composición general del cuerpo. Los progresos en la cintura, caderas y otras áreas clave son indicativos de una recomposición corporal efectiva, incluso si la báscula no refleja grandes cambios. Cobra especial importancia el seguimiento periódico con tu coach de transformación (semanal o quincenal)

Ejemplo: Juan, un hombre de 40 años, notó que, a pesar de perder solo 1 kilo en un mes, sus medidas corporales habían mejorado notablemente. La circunferencia de su cintura se redujo, mientras que el tamaño de sus brazos y pecho aumentaron, reflejando una ganancia significativa de masa muscular.

Fase 3: Equilibrio entre pérdida de grasa y ganancia muscular

Esta fase puede ser desconcertante para muchas personas, ya que el peso en la báscula parece estabilizarse, incluso si el cuerpo sigue cambiando visiblemente. En este punto, la pérdida de grasa y la ganancia de músculo se equilibran, lo que puede dar la impresión de que no hay progreso. Sin embargo, es crucial recordar que el peso no lo es todo; las mejoras en la forma y el tono muscular son indicadores de que el cuerpo sigue transformándose.

¿Qué debes hacer?:

1. Cambio de enfoque: En lugar de centrarse en los números de la báscula, el enfoque debe estar en mejorar la calidad de la masa muscular y reducir el porcentaje de grasa corporal.

2. Mantenimiento de calorías: A medida que se avanza en el proceso, ajustar la ingesta calórica para equilibrar la pérdida de grasa y el crecimiento muscular es crucial. Un exceso de déficit calórico puede obstaculizar la ganancia muscular.

3. Evaluaciones periódicas: Es fundamental realizar mediciones periódicas de las distintas partes del cuerpo y utilizar métodos como la bioimpedancia o la antropometría para evaluar el porcentaje de grasa corporal. Tu coach te irá dando las indicaciones según los resultados de las evaluaciones.

Ejemplo: Marta, una mujer de 28 años, notó que a pesar de que su peso no cambiaba mucho, su cuerpo se veía más tonificado y su ropa le quedaba mejor. A través de mediciones regulares, confirmó que estaba perdiendo grasa y ganando músculo, lo que se reflejaba en una mejor definición muscular.

Fase 4: La ganancia muscular supera la pérdida de grasa

En esta última fase, la ganancia muscular puede llegar a superar la pérdida de grasa, lo que podría traducirse en un aumento de peso. Este es un escenario ideal para quienes desean un cuerpo fuerte, tonificado y saludable. Aquí, el peso en la báscula ya no es relevante, pues el incremento de masa muscular magra es mucho más valioso que los números.

Acciones a desarrollar:

1. Entrenamiento de Fuerza Intenso: En esta fase, el entrenamiento de fuerza debe ser la prioridad. Los ejercicios compuestos como sentadillas, peso muerto y press de banca son ideales para maximizar la ganancia muscular.

2. Ajustes en la nutrición: Un ligero aumento en el consumo de calorías, especialmente provenientes de fuentes de proteínas y carbohidratos complejos, puede respaldar la construcción de masa muscular sin ganar grasa en exceso.

3. Celebración de logros no numéricos: A medida que el cuerpo se fortalece y tonifica, es importante celebrar los logros relacionados con la fuerza, la resistencia y el bienestar general, más allá de lo que diga la báscula.

Ejemplo: Carlos, después de seis meses de entrenamiento, ganó 2 kilos, pero su porcentaje de grasa corporal disminuyó. Ahora es capaz de levantar más peso y tiene más resistencia, lo que refleja un avance significativo en su recomposición corporal.

 Recuerda: El peso no es lo más Importante.

Es fundamental recordar que el peso corporal es solo una parte del panorama general. Lo más importante es observar los cambios en el porcentaje de grasa, agua y masa muscular. Una recomposición corporal exitosa se centra en mejorar la salud, la fuerza y la apariencia física, más allá de lo que indique la báscula.

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Fran Pérez

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